El otro día conversando con mi terapueta (sí tego terapeuta y como escribí en una ocación pienso que todas debemos tener una de confianza para cuando se presente algun tema que no podamos resolver solas o que necesitemos opinion experta), me hizo una pregunta muy interesante: Quiénes han sido las personas más importantes de mi vida? A lo que yo pregunté, en qué sentido, y ella me explicó, las personas que hayan marcado tu vida? Que sientas te hayan formado, moldeado? 

Una pregunta, profunda, que me hizo reflexionar pero que no me fue difícil responder ni me tomó mucho tiempo en identicar a los influyentes de mi vida adulta como es hoy en día.  

Primero, mis padres. De ellos tengo los valores, el amor y la importancia por la familia en mi vida. La honestidad, el valor de la palabra y de la educación tanto del hogar como escolar y profesional.  

Mi madre, pues ella aunque no pudo ser libre, sí me enseñó a serlo, se aseguró de poder brindarme las herramientas que me lo permitieran y las enseñanzas personales que entendía me servían como ejemplo para no atarme a cosas que no me harían feliz. A amar la maternidad, a ser espontánea y auténtica, a no dejarme influenciar innecesariamente. A ser fuerte. A ser leal. A confiar en el buen corazón de los demás sin dejar de estar alerta. A guardar secretos como si fueran mis propios.  

Mi abuela paterna, ella era mi refugio, mi paz, mi seguridad, gran parte de mi fortaleza. Madre de siete, esposa y además, trabajaba todos los días en el negocio familiar. De ella aprendí el amor al trabajo, a la cocina, pues todos los sábados preparaba platos típicos árabes para que sus hijos y esposo pudieran disfrutar de sus sabores y tradiciones el domingo. Además, dejaba preparados algunas delicias para el resto de la semana, para que se deleitara la familia con comida casera, hecha con el ingrediente más especial como le digo a mis hijas todos los días, el amor.

Sospecho que de ella saco gran parte de mi fuerte carácter y hasta cierto punto parte de mi amor por celebrar mi cumpleaños y saber que soy la protganonista de mi vida, nadie más.  

Mi abuela materna, mi lado más romántico definitivamente se lo debo a ella, y el amor por la música y el canto. Se pasaba el día entero cantando canciones de Gardel o Libertad La Marque, estoy segura de que en otros tiempos hubiera sido cantante. En su lugar se casó con el amor de su vida, tuvo 11 hijos, incontables, nietos y bisnietos. El cutis más hermoso que he visto lo tenía ella. A pesar de que se casó a los 16 años (esto era la norma en aquellos tiempos) hizo todo lo posible por hacerme saber que NO me casara temprano, que lo hiciera lo más tarde posible. Que viajara el mundo, que estudiara, que me divirtiera, que viviera antes de casarme y sobre todo que cuando lo hiciera fuera por amor. Que solo así uno era capaz de sobrellevar el matrimonio.  

Los papás de mi mejor amiga, de ellos modelé lo que entendía debía ser una pareja funcional. En su hogar viví otro ambiente, otro tipo de familia, como nos pasa cuando visitamos las casas de los amigos en la infancia. La manera en que se respetaban y apoyaban, como llevaban las cosas del hogar, la familia, como compartían entre ellos, como conversaban, sus salidas en pareja y sus reuniones en casa, su amor por la lectura y el teatro…. mi ejemplo de pareja, mi matrimonio hoy en día, fue moldeado por lo que vi en ellos. La similtud de valores con mi propia familia hizo fácil que adaptara la parte de pareja y que concentrara los esfuerzos en ella. 

Más importante aún, de su madre aprendí que nunca se es tarde para empezar, para estudiar, para ser quién quieras ser. Ella se graduó de la universidad estando casada y teniendo dos hijos adolescentes. Si eso no es valentía y disciplina, no sé qué es. Definitivamente ella me enseño que la única que puedo interferir con mis metas y mis sueños soy yo misma, claro, después de Dios. 

Al revisar este listado, pude comprender que esas personas, en su mayoría mujeres, dejaron un gran legado en mi… como si hubieran depositado en mi esa mujer que sabían que podían y quisieron ser y probablmente fueron muy dentro de ellas…. 

Hoy me siento feliz y orgullosa de mis logros, pues son sus logros… he tenido éxito en ir creando un legado del cual nos podamos sentir realizadas, por lo que ellas a través de mi también han tenido éxito… y a través de nuestro legado, mis hijas seguirán también su propia trayectoria que será al mismo tiempo nuestra….  

Estoy infinita y enternamente agradecida por ellas…  

Gracias a todas ellas hoy disfruto de lo que más me gusta en esta vida…. Ser mujer.