Volver al sitio

Recordatorio a mi misma

Con los tantos roles que desempeñamos y la velocidad de la vida que llevamos, solemos entrar en una inercia automatizada dónde no pensamos lo que estamos haciendo, ni nos detenemos a escuchar qué estamos sintiendo. Es bueno tomarse un tiempo y meditar sobre lo qué necesitamos. Estas son algunas de las cosas que quiero poder recordarme.

Cuídate. La salud es lo más importante que tenemos, a pesar de eso, lo damos por sentado, hasta que nos enfermamos. Cuida tu cuerpo, cuida tu mente, cuida lo que comes, cuida tus emociones. Sobre todo cuida lo que piensas. Lo que piensas define la mitad del camino, no de suerte se dice que si piensas que puedes tienes razón y si piensas que no puedes también tienes razón. Y en tu mente cuando estés hablando contigo mismo, di cosas bonitas acerca de ti. Sé tu primer fan!

Perdónate. No somos perfectos, solo Dios lo es. Por lo tanto, vamos a cometer sinfín de errores. Como madres, como amigas, como esposas, como profesionales. Cuándo estos sucedan, reflexiona, sé lo suficientemente humilde para decir me equivoqué y aprende de tus errores. Lo más importante, perdónate! No seas tan dura contigo mismo, ten compasión de ti como lo harías con otros.

Conecta. Permitirnos sentir y escuchar lo que sentimos nos ayuda a conectar con nosotros mismos. Estar centrados en lo que te dice tu corazón. Hace años leí un libro llamado Dónde el corazón te lleve de Susanna Tamaro, y cuándo estoy como un torbellino por dentro, me hago la misma pregunta? Qué dice tu Corazón? El siempre sabe. Solo que los pensamientos, la razón merman su voz a veces, por lo tanto, trata siempre de conectar para que puedas escuchar lo que tu corazón te dice. Conectando contigo mismo, eres capaz de conectar con los demás. Es como abrir la sintonía de las emociones.

Prioriza. Haz una lista aunque sea mental de las prioridades día a día y asegúrate de que estés siempre en esa lista. Trata de dedicarte un tiempecito para ti, aunque sea para darte un baño caliente o frío, como lo prefieras. De cantar a toda voz una canción que te gusta. Eso que te permita retomar fuerzas para seguir adelante. No siempre es fácil hacerlo, pero es bueno recordarlo.

Acéptate. Es cierto que eres único e irrepetible y eso y te hace especial . Por lo tanto haz las paces con lo que no te gusta de ti, lo que se pueda y quieres cambiar, trabájalo, lo que no, acepta que es parte de ti, todos tenemos luces y sombras. Y lo que son tus virtudes, ámalas! Explótalas! Valóralas! Son solo tuyas y te hacen ser lo única y maravillosa que eres!

Respétate. Debemos respetarnos para que los demás nos respetemos. Lo sabemos, lo escuchamos continuamente, pero lo ponemos en práctica? Respetarse no significa ser aplastante con los demás ni tampoco ser pedantes. Es saber qué voy a tolerar, que no daña mi dignidad, mi amor por mi. Eso nos incluye a nosotras mismas.

Ámate. Lo dejé de último, no por ser el menos importante, sino que amarse es todo lo anteriormente descrito, por lo tanto lo más importante es amarse. Y amarse con lleva a cuidarse, perdonarse, conectar con uno mismo, ser prioridad en su vida, aceptarse y respetarse. Namasté.