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Las actividades extracurriculares y los talentos de nuestros hijos

3 de septiembre de 2019

Comienzan las clases y con ellas las actividades extracurriculares. Cada vez hay más oferta en materia de clases y disciplinas en la que podemos poner a nuestros hijos luego del colegio. Lo cual es maravilloso, pues podemos usarlas a nuestro favor para desarrollar los talentos y potencialidades de nuestros hijos.

No todos los niños y adolescentes tienen aptitudes en todas las materias ni destacan en ellas. Y a veces en las que ellos son buenos, no necesariamente las encontramos dentro del currículo que imparten en los colegios.

Recientemente vi un video súper interesante donde la pediatra Lucía Galán, decía lo siguiente: no tratemos de que nuestros hijos sean buenos en las materias que les da más trabajo, dónde debemos estar enfocándolos es en esas materias que sí les va bien, pues ahí es donde están sus talentos y es dónde debe seguir su trayectoria. Cuando sean adultos le quedará más claro qué deben estudiar y en qué deben trabajar. Esto no quiere decir que no debe pasar esas materias en las que no son buenos. Pues son requerimientos, pero que no pongamos todo nuestro esfuerzo en ellas.

Me hizo mucho sentido, de hecho me pude relacionar. Mi madre tenía una buena táctica cuando se trataba de hacer las tareas. Me decía: empieza por las materias que menos te gustan, sales de eso y te quedan las que sí te gustan. Lo hacía así y la verdad que cuando venía a ver ya había terminado todas mis tareas. Eso no me hizo necesariamente ser mejor en las materias que no me gustaban tanto, pero sí me hizo hacerlas más llevaderas y además me ayudó a identificar las que sí me gustaban y en las que sí era buena.

Por otro lado, la terapeuta Janis Santaella, decía en un taller de Inteligencia Emocional que tomé en estos días: encuentren el talento de sus hijos y hagan que los desarrollen. Eso les garantizará que se alejan de los vicios y otras tentaciones. Encontrarán sentido en las cosas que son buenos y los estaremos ayudando a enfocarse en la construcción de su futuro. Debemos como padres permitirles explorar y permitirles que se equivoquen, trabajar en encontrar en qué son los mejores les dará estrategias de vida y los ayudará a encontrar su propósito de vida.

Tanto la pediatra como la terapeuta coinciden en que debemos decirles a nuestros hijos que confiamos en ellos. Es importante que lo hagamos y que se lo hagamos sentir. Cuando ellos sientan duda en ellos mismos, nosotros debemos de darle ese voto de confianza. No sabemos cómo les irá en un examen o en un juego de futbol, pero podemos decirles que confiamos en qué ellos darán lo mejor de sí. Por lo tanto confiemos en sus gustos, que por ahí andan sus talentos.

Tomando todo esto en cuenta entiendo que es bueno considerar a la hora de elegir las actividades extracurriculares de nuestros hijos los siguientes puntos:

- Cuáles son sus intereses y talentos. Esto es sumamente importante. Porque padres seamos honestos, no son los nuestros. Si nosotros tenemos intereses que cumplir aún pues a tomar clases nosotros de lo que queremos. Ellos deben tomar clases de lo que les interesa a ellos. Suficiente con que a veces deben ir al colegio a tomar materias que no necesariamente sean de su agrado, como que para que en las tardes tampoco tengan la oportunidad de hacer cosas que sí les interesan y vayan de acuerdo a sus talentos.

- Investigar bien toda la oferta de clases que hay y determinar cuál se ajusta más a las necesidades del niño y la familia. Yo personalmente me sorprendo cada vez que me entero de una nueva clase, como el otro día una de automovilismo!

- Siempre dejar tiempo para el juego y la recreación. Es sumamente importante para el desarrollo de nuestros niños y evita el agotamiento tanto de los niños como de los padres.

- Seamos un poco abiertos en cuanto a las clases y opciones que tenemos disponibles. Estamos frente a una generación cuyas necesidades y oportunidades van a ser un tanto diferentes a las nuestras. Las competencias humanas son aquellas que se destacarán en los trabajos del futuro. Por lo que las tendencias en las clases de tarde también van a ir ajustándose a esos cambios.

- Aceptemos al hijo que tenemos y no queramos convertirlo en el ideal que tenemos en la cabeza. Esto nos ayudará a identificar esos talentos y por ende las clases que mejor se adapten a ellos.

 

- Tomar en cuenta la edad de nuestros hijos. A veces les sobre exigimos más de la cuenta. No quiero decir que no forcemos y que no “motivemos” pero debemos tener cuidado de no sobre-excedernos.

 

Al final nuestra meta es darle las herramientas que entendemos los ayudarán a subsistir en el mundo, pero sobre todo de que sean ser humanos felices, realizados y capaces de conectar con ellos mismos y con los demás, que sean capaces de amar.

Feliz año escolar!!!